JUSTIFICACIÓN Los medios de comunicación en Colombia se erigieron como líderes de una campaña de desprestigio hacia los sectores populares y asumieron una estrategia constante de tergiversación y manipulación de las noticias que en estos sectores de producen, en todos los ámbitos sociales, educativos y económicos además de imponer una política de exclusión y censura que impide la pluralidad de opiniones. Dentro de ese marco, ha sido particularmente notable y reiterada la conducta y posición negativas asumidas por los grupos Ardila Lulle y Santodomingo, dueños de las plantas televisivas RCN y CARACOL, empresas habilitadas para operar la señal del canal 4 y el canal 5 respectivamente desde julio de 1998, y con concesión vigente hasta el 28 de julio de 2018. Con el presente trabajo académico, se muestran evidencias de que RCN y CARACOL suplantan a los actores políticos y fabrican sus mensajes, violan la libertad de información, instigan a la discriminación e invisibilización de los jóvenes populares como actores trascendentales de la sociedad.